1.12.11

"LOS ESTADOS DEL ALMA"
Ciclo conferencias

1ª Parte
“EL HOMBRE Y EL MUNDO”

El entorno donde se desenvuelven nuestras vidas es la consecuencia de nuestras causas. 

2ª Parte
“EL HOMBRE INTERIOR”

Lo real es nuestro mundo interior. Cambiando interiormente, cambia nuestro entorno y nuestra vida.

3ª Parte
“EL HOMBRE Y EL SER”

 Lo que existe está sujeto a modificaciones continuas. Aquello que es, trasciende toda existencia.



Lugar:   CENTRO  “SPACE FENG SHUI”
C/ Dr. Sanchís Sivera, nº 15.  www.spacefengshui.com
Horario:  de 18,30 a 20 h.


ENTRADA GRATUITA (Aforo limitado).




   «Un hombre es lo que es su vida; si un hombre no modifica nada dentro de sí mismo, si no transforma radicalmente su vida, si no trabaja sobre sí mismo, está perdiendo su tiempo miserablemente».

   La capacidad para existir conscientemente depende exclusi-vamente de la calidad de los estados interiores del Alma.

   No quieren darse cuenta las gentes que la vida interior atrae circunstancias exteriores y que si éstas son dolorosas se debe a los estados interiores absurdos.

   Lo exterior es tan sólo el reflejo de lo interior, quien cambia interiormente origina un nuevo orden de cosas.
 

(Samael Aun Weor)





   El estado autentico en el que se encuentra nuestra alma es la verdadera realidad de nuestra vida. Para empezar deberíamos comenzar por entender que es eso que llamamos alma. El alma es algo que se tiene, algo que por tanto se puede perder, aunque eso si, y a base de mucho esfuerzo, recuperar. Alma no es ni mente, ni conciencia, ni espíritu. La conciencia es una derivación del espíritu. La mente podríamos decir que es un plano de manifestación interior, el mundo material que tanto nos tiene absortos es una cristalización grosera de lo que se mueve en el entorno mental. Alma es algo distinto. Alma es ese conjunto de valores, fuerzas, virtudes, poderes de los que se reviste la conciencia que ha logrado recuperar su verdadero estado original. Sin alma no podemos ni liberarnos de lo material, ni transcender más allá de la mente.
   El hombre pierde su alma cuando queda atrapado en lo material. La conciencia va quedando cada vez más identificada con esta realidad densa, terminando por creer que es la única. Deja de entender el mundo y pierde la capacidad de conocer las causas que gobiernan su vida. Desconoce lo que hace aquí y no sabe porque le suceden las cosas. En ese estado de sueño profundo nuestra conciencia proyecta lo que llamamos vida.
   El hombre, cuando logra reconocerse como algo más que aquello para lo que vive identificado, empieza una búsqueda de una realidad superior. Habitual entonces es equivocarse buscando fuera lo que debemos de hallar dentro de nosotros. Para recorrer el camino del autodescubrimiento debemos comenzar por dominar nuestros procesos internos, y nunca se podrá dominar algo si no se comprende primero. La comprensión nace de la mano del crecimiento de nuestro nivel de ser interior, conjugado en equilibrio armonioso por un Conocimiento o Gnosis que nos lleva a aumentar nuestro nivel de saber. Efectivamente entonces comenzamos a modificar cosas dentro de nosotros y a cambiar. Esto significa que nuestras relaciones y nuestro entorno cambian, nuestro escenario de  vida cambia. Lo exterior a nosotros no es más que una proyección de nuestro mundo interior. Esto se nos hace difícil de entender debido a que casi todo en nuestro mundo interior se mueve fuera de nuestro plano consciente, pasando desapercibido a nuestro estado de realidad habitual.
   Todo lo existente está sujeto a ciclos. Mientras sigamos identificados con lo que no es real en nosotros seremos arrastrados por los ciclos que gobiernan el plano de manifestación. Debemos buscar lo real dentro de nosotros, Aquello que es Inmutable y Verdadero. Nuestro Real Ser Interior profundo permanece dentro de nosotros esperando que la conciencia humana vuelva a Él para divinizarse.




   «El Ser es el Ser y la razón de ser del Ser, es el mismo Ser». El Ser es lo Divinal, la chispa inmortal de todo ser humano, sin principio ni fin, terriblemente divino.

   En nombre de la verdad declaro solemnemente que el Ser es la única real existencia, ante cuya transparencia inefable y terriblemente divina eso que llamamos yo, ego, mí mismo, sí mismo, es meramente tinieblas exteriores, llanto y crujir de dientes.

Samael Aun Weor



Día 29 de Junio
“EL HOMBRE Y EL MUNDO”


Día 6 de Julio
“EL HOMBRE INTERIOR”

Día 13 de Julio
“EL HOMBRE Y EL SER”

Horario:  de 18,30 a 20 h.