10.11.12

LA DIVISIÓN DE LA ATENCIÓN




Quienes hayan estudiado nuestras enseñanzas gnósticas, si de verdad llegan a interesarse por la Senda del Filo de la Navaja y la auto-realización íntima del Ser, sentirán el anhelo de ver, oír, oler, tocar y palpar las grandes realidades de los mundos superiores.

Todo ser humano puede llegar a la experiencia de la realidad. Todo ser humano tiene derecho a las grandes vivencias del espíritu, a conocer los reinos y naciones de las regiones moleculares y electrónicas.

Todo aspirante tiene derecho a estudiar a los pies del Maestro, a entrar por las puertas espléndidas de los templos de misterios mayores, a conversar con los brillantes hijos de la aurora del Mahamvantara de la creación, cara a cara, empero hay que empezar por despertar la conciencia.

Es imposible estar despiertos en los mundos superiores si aquí en este mundo celular, físico, material, el aspirante está dormido. Quien quiera despertar la conciencia en los mundos internos, debe despertar aquí y ahora, en este mundo denso.

Lo primero que se necesita para despertar conciencia es saber que se está dormido.

Eso de comprender que se está dormido es algo muy difícil, porque normalmente todas las gentes están absolutamente convencidas de que están despiertas. Cuando un hombre comprende que está dormido, inicia entonces el proceso del auto-despertar.

Estamos diciendo algo que nadie acepta; si a cualquier hombre intelectual se le dijera que está dormido, podéis estar seguros de que podría ofenderse, las gentes están plenamente convencidas de que están despiertas.
   
Las gentes trabajan dormidas, soñando... manejan carros dormidas... soñando... se casan dormidas, viven dormidas... soñando, y sin embargo, están totalmente convencidas de que están despiertas.



Quien quiera despertar conciencia aquí y ahora, debe empezar por comprender los tres factores subconscientes llamados: Identificación, fascinación, sueño.

Todo tipo de identificación produce fascinación y sueño. Vais andando por una calle, de pronto os encontráis con las turbas que van protestando por algo ante el palacio del señor presidente; si no estáis en estado de alerta os identificáis con el desfile, os mezcláis con las multitudes, os fascináis, y luego viene el sueño, gritáis, lanzáis piedras, hacéis cosas que en otras circunstancias no haríais ni por un millón de dólares.

Olvidarse de sí mismo es un error de incalculables consecuencias. Identificarse con algo es el colmo de la estupidez, porque el resultado viene a ser la fascinación y el sueño.

Es imposible que alguien pueda despertar conciencia si se olvida de sí mismo, si se identifica con algo.

Es imposible que un aspirante pueda despertar conciencia si se deja fascinar, si cae en el sueño.

El boxeador que se está cruzando golpes con otro boxeador, duerme profundamente, está soñando, está identificado totalmente con el acontecimiento, está fascinado y si llegase a despertar conciencia, miraría en todas direcciones y huiría inmediatamente del ring, totalmente avergonzado consigo mismo y con el honorable público.

Vais de pronto viajando en cualquier transporte urbano dentro de la ciudad, tenéis que abandonar el vehículo en determinada calle, de pronto os viene a la mente el recuerdo de un ser querido, os identificáis con dicho recuerdo, viene la fascinación y luego a soñar despierto... De pronto dais un grito de exclamación. ¿Dónde estoy? ¡Caracoles!... me pasé de cuadra... ¡tenía que bajarme en tal esquina, en tal calle!; y luego os dais cuenta de que vuestra conciencia había estado ausente, os bajáis del vehículo y regresáis a pie hasta la esquina donde debíais haberos bajado.

La identificación y la fascinación conducen al sueño de la Conciencia.

Vamos ahora a ponernos otro ejemplo más sencillo: Estáis en la sala de tu casa sentados ante la pantalla de televisión, aparecen escenas de vaqueros, hay balaceras, dramas de enamorados, etc., etc.

La película resulta muy interesante, ha llamado totalmente vuestra atención, ya os habéis olvidado tanto de sí mismos, que hasta gritáis entusiasmados, estáis identificados con los vaqueros, con los balazos, con la pareja de enamorados.

La fascinación es ahora terrible, ya ni remotamente os acordáis de sí mismos, habéis entrado en un sueño muy profundo, en esos momentos sólo queréis ver el triunfo del héroe de la película, en esos momentos sólo queréis la suerte que él pueda correr.

Son millares y millones las circunstancias que producen identificación, fascinación, sueño.

Las gentes se identifican con las personas, las ideas y a todo género de identificación le sigue la fascinación y el sueño.

Durante las horas de reposo del cuerpo físico, el Ego (yo), se sale del cuerpo físico y se lleva sus sueños a donde quiera que va. Al volver al cuerpo físico, al entrar nuevamente al estado de vigilia, continúa con sus mismos sueños y así pasa toda su vida soñando.

Las personas que mueren dejan de existir, pero el Ego, el yo, continúa en las regiones suprasensibles más allá de la muerte. A la hora de la muerte el Ego se lleva sus sueños, su mundanalidad y vive en el mundo de los muertos con sus sueños, continúa soñando, con la Conciencia dormida, ambula como un sonámbulo, dormido, inconsciente.

Quien quiera despertar conciencia debe empezar por dividir la atención en tres partes: SUJETO, OBJETO, LUGAR.

. SUJETO: Íntima recordación de sí mismo de momento en momento. No olvidarse ni un solo instante de sí mismo ante ninguna representación, ante ningún acontecimiento. Auto-Vigilarnos en cada segundo, en cada momento. Esto implica el estado de Alerta en relación con nuestros pensamientos, gestos, acciones, emociones, hábitos, palabras, etc., etc., etc.

. OBJETO: Observar en detalle toda cosa, toda representación, todo hecho, todo suceso por insignificante que éste parezca. Minuciosa observación de todos aquellos objetos o representaciones que por medio de los sentidos llegan a la mente. Preguntarse a sí mismos: ¿Qué es esto? No olviden que cualquier detalle, por insignificante que sea, debe ser motivo como para hacer ese tipo de reflexiones. Todo debe ser estudiado detenidamente. No identificarse con cosa alguna, con circunstancia alguna, observar sin identificación, sin olvidarse de si mismo, porque así es como cae uno en la fascinación y en el sueño de la Conciencia.

. LUGAR: Preguntarse a si mismo: ¿Qué lugar es éste? Cuando lleguemos a tal o cual lugar, debemos observarlo detalladamente, muy minuciosamente, preguntarse a sí mismo: ¿Por qué estoy en este lugar? Observación diaria de nuestra casa, de nuestra recámara, como si fuera algo nuevo; preguntarnos diariamente a sí mismos: ¿Por qué he llegado yo aquí, a este lugar, a este mercado, a esta oficina, a este templo, etc., etc., etc.?

Y a propósito: Usted que está leyendo este libro, dígame, ya se preguntó ¿por qué está ahí en ese lugar donde se encuentra leyendo? ¿Ya se tomó la molestia de observar su lugar, el techo o las paredes, o el espacio que le rodea? ¿Ya observó el piso o el sitio, arriba, abajo o a los lados atrás de usted o hacia adelante?

¿Ya miró usted (y si hay varias personas), ya miraron las paredes y su alrededor para hacerse la pregunta? ¿Dónde están? ¿Y si no se la han hecho, qué tal, eh? ¿Está usted leyendo acaso inconscientemente este libro? Es claro que uno nunca debe vivir inconsciente, hállese donde se halle, encuéntrese donde se encuentre, en una casa, en la calle, en un templo o en un taxi, o en el mar o en un avión, etc. Donde sea, donde esté y como esté, lo primero que tiene uno que preguntarse a sí mismo es: ¿Por qué estoy en este lugar?


 Mirar en detalle todo cuanto le rodea, el techo, las paredes, el piso. Esa observación no es solamente para el parque, la casa o el lugar desconocido, sino que uno debe mirar su casa diariamente cada vez que entre en ella y a todo momento, como si fuera algo nuevo o desconocido.

Así pues, recomiendo “división de la atención en tres partes”.

Al observar un lugar, no debemos olvidar jamás la cuestión de las siete dimensiones de la naturaleza; conviene entonces preguntarnos a sí mismos: ¿En qué dimensión estoy?, y luego es necesario, a modo de verificación, dar un saltito lo más largo posible con la intención de flotar en el ambiente circundante. Es lógico que si flotamos es porque nos encontramos fuera del cuerpo físico. No debemos olvidar jamás que cuando el cuerpo físico duerme, el Ego con los cuerpos lunares y la Esencia adentro, ambula inconsciente como un sonámbulo en el Mundo Molecular.

Si la persona no flota, pero tiene malicia que puede estar en cuerpo astral, entonces súbase a una silla o a una mesa no muy alta, un asiento, un cajón o algo por el estilo y dé un saltito para ver si así flota, porque hay veces que uno da el saltito alargado y sin embargo no flota, entonces lo mejor es subirse sobre algo que le permita saltar y experimentar si flota tirándose al aire con la intención de volar. Es claro que si está en astral queda flotando y si no, pues todo queda igual.

La División de la Atención en tres partes conducirá a los aspirantes hasta el despertar de la conciencia.

Muchos estudiantes gnósticos después de acostumbrarse a este ejercicio, a esta División de la Atención en tres partes, a estas preguntas, a este saltito, etc., durante el estado de vigilia, de momento en momento, resultaron practicando el mismo ejercicio durante el sueño del cuerpo físico, cuando realmente estaban en los mundos superiores y al dar el famoso saltito experimental, flotaron deliciosamente en el ambiente circundante; entonces despertaron Conciencia, entonces recordaron que el cuerpo físico había quedado dormido entre la cama y llenos de gozo pudieron dedicarse al estudio de los Misterios de la Vida y de la Muerte, en las Dimensiones Superiores.

Es apenas lógico decir que un ejercicio que se practica de momento en momento diariamente, que se convierte en un hábito, en una costumbre, se grava tanto en las distintas zonas de la mente, que después se repite automáticamente durante el sueño, cuando realmente estamos fuera del cuerpo físico y el resultado es el Despertar de la Conciencia.

Querer vivenciar las grandes realidades de los mundos superiores sin haber despertado conciencia aquí y ahora es marchar por el camino del error.

El despertar de la conciencia origina el desarrollo del sentido espacial y la experimentación de eso que es lo real.

No olvidar: SUJETO -  OBJETO -  LUGAR. División de la atención en tres partes.

Si uno se acostumbra a vivir siempre con la atención dividida en esas tres partes: sujeto, objeto y lugar, se acostumbra a hacerlo diariamente y a todo momento, de instante en instante y de segundo en segundo, pues esa costumbre se graba profundamente en la conciencia y por la noche, al estar ustedes dormidos, resultan haciendo el ejercicio lo mismo que lo hacen en el físico, entonces el resultado es el despertar de la conciencia.

Ustedes saben que muchas veces resulta uno haciendo en la noche lo mismo que está acostumbrado a hacer en el día. Muchos, por ejemplo, están trabajando durante el día en la fábrica, o de vendedores ambulantes, o en la oficina, y por la noche se ven trabajando durante el sueño, haciendo exactamente lo mismo que hacen durante el día, sueñan que están en la fábrica, vendiendo o en la oficina, etc. Es claro que todo lo que uno haga en el día, lo hace en la noche, es decir, resulta soñándolo en la noche.

Es cuestión, pues, de hacer la práctica durante el día, a todas horas, en todo momento o segundo, para lograr hacerla en la noche y despertar conciencia.

Es claro que cuando toda persona está dormida la esencia está lejos del cuerpo; entonces sucede que estando fuera del cuerpo o en astral, resulta repitiendo lo mismo que hace en el día. Y ¿qué tal ha? Da chicle, como dicen, da el chispazo y viene a despertar allí con el ejercicio del análisis y la división de la atención, ¿entendido?

Uno despierta automáticamente, porque la práctica del ejercicio le da chispa a uno, queda despierto. Ya estando uno despierto en astral, puede invocar a los Maestros, llamar al Ángel Anael, por ejemplo, o a Adonai, el hijo de la luz y de la alegría, o al Maestro Kout Humi, para que vengan a instruirlo a uno, a enseñarle, etc., etc., etc., mis caros hermanos.

Lo mismo pueden llamar a cualquier otro Maestro, a Moria, al Conde San Germán, etc., etc., etc. y los que me invoquen a mí pueden estar seguros de que yo concurro al llamado, eso si estén seguros.

Así pues, les doy el sistema para recibir la enseñanza directamente y si quieren recordar las vidas pasadas, invoquen a los Maestros de la Logia Blanca, a Kout Humi, Hilarión, Moria, etc., y pídanles que tengan la amabilidad, la bondad de hacerles recordar sus existencias anteriores, hacerles revivir sus vidas pasadas. Pueden estar ustedes seguros de que el Maestro les concederá su petición.

Este sistema que yo les doy a todos ustedes es para que reciban el conocimiento directo. Pueden viajar también al Tibet Oriental, pueden ir también al fondo de los mares, inclusive a otros planetas si quieren...

Así pues, este es el camino para recibir los conocimientos directos. Por este motivo es que yo les digo:

Despierten mis caros hermanos, despierten, despierten, no continúen así viviendo esa vida de inconscientes, de dormidos. Eso es muy triste, mis caros hermanos. Vean ustedes los dormidos cómo andan, inconscientes en el astral y después de la muerte siguen dormidos, inconscientes, soñando tonterías. Nacen sin saber a qué hora, mueren sin saber a qué hora. Yo no quiero que ustedes sigan así, en esa inconsciencia tan terrible. Quiero que ustedes despierten”.



SELECCIÓN DE TEXTOS DE LIBROS DEL V.M. SAMAEL AUN WEOR:
El Collar del Buda. Cap.15
Tratado Esotérico de Astrología Hermética. Cap. 3
Si Hay Infierno; Si Hay Diablo; Si Hay Karma. Capítulo 25
Transformación Radical. Normas Para el Despertar de la Conciencia.