10.11.12

"LIBERAR CONCIENCIA"
Conferencia


   El verdadero conocimiento que realmente puede originar en nosotros un cambio interior fundamental tiene por basamento la auto-observación directa de sí mismo.

   La observación es un medio para modificar las condiciones mecánicas del mundo. La auto-observación interior es un medio para cambiar íntimamente.

   Como secuencia o corolario de todo esto, podemos y debemos afirmar en forma enfática, que existen dos clases de conocimiento, el externo y el interno y que a menos que tengamos en si mismos el centro magnético que pueda diferenciar las calidades del conocimiento, esta mezcla de los dos planos u órdenes de ideas podrían llevarnos a la confusión.

   Sublimes doctrinas seudo-esotéricas con marcado cientificismo de fondo, pertenecen al terreno de lo observable, sin embargo son aceptadas por muchos aspirantes como conocimiento interno.

   Nos encontramos pues ante dos mundos, el exterior y el interior. El primero de estos es percibido por los sentidos de percepción externa; el segundo sólo puede ser perceptible mediante el sentido de auto-observación interna.

   Pensamientos, ideas, emociones, anhelos, esperanzas, desengaños, etc., son interiores, invisibles para los sentidos ordinarios, comunes y corrientes y sin embargo son para nosotros más reales que la mesa del comedor o los sillones de la sala.

   Ciertamente nosotros vivimos más en nuestro mundo interior que en el exterior; esto es irrefutable, irrebatible.

   En nuestros Mundos Internos, en nuestro mundo secreto, amamos, deseamos, sospechamos, bendecimos, maldecimos, anhelamos, sufrimos, gozamos, somos defraudados, premiados, etc., etc., etc.

   Incuestionablemente los dos mundos, interno y externo, son verificables experimentalmente.

   El mundo exterior es lo observable. El mundo interior es lo auto-observable en sí mismo y dentro de sí mismo, aquí y ahora.

   Quien de verdad quiera conocer los "Mundos Internos" del planeta Tierra o del Sistema Solar o de la Galaxia en que vivimos, debe conocer previamente su mundo íntimo, su vida interior, particular, sus propios "Mundos Internos". "Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses".
 
Samael Aun Weor









   De lo profundo de la tierra se extraen los minerales que sirven de base para realizar bellísimas gemas talladas con suprema maestría. De lo profundo de nuestro interior podemos extraer valiosos tesoros para revestir de piedras preciosas nuestra alma. La materia prima de esos tesoros es la Luz de la Conciencia. Y como cuentan antiguas leyendas, se encuentra secuestrada y oculta en una gran cueva protegida por un enorme dragón…

   Todos queremos sentirnos libres. Todos queremos sentirnos felices. Pero resulta que cargamos dentro aquello que nos esclaviza y nos provoca infelicidad, sufrimiento y dolor. Alcanzar la liberación, o sea, liberar la conciencia que somos de las ataduras que la someten, es una tarea que nadie puede hacer por nosotros. Cada uno de nos es responsable de los múltiples obstáculos que hemos acumulado en nuestro interior y que como escombros que mantienen cegado el pozo de nuestro corazón, impiden que podamos beber el agua pura del manantial que brota de sus entrañas.

   “LUX IN TENEBRIS LUCET” dice un antiguo adagio. La Luz resplandece entre nuestras tinieblas interiores.  En nuestros trasfondos psicológicos es donde debemos buscar nuestros tesoros; extrayendo y puliendo con tesón las virtudes del alma, brillará nuestra conciencia como brilla una estrella. Muchos buscadores de los tesoros del alma se quedan fascinados con falsos reflejos que como espejismos los extravían del camino que lleva a la Realización Intima. Quien busca las virtudes del alma olvidando que están ocultas tras las múltiples capas de falsas luces y oscuridad que generan los errores acumulados de existencia en existencia, es como aquel que confunde el cofre del tesoro con el tesoro mismo.

   Para abrirnos paso por nuestro submundo psicológico necesitamos que penetre luz que nos permita ver. Un estado interior emocional elevado facilita que nuestra vibración suba, atómicamente aumenta la velocidad vibratoria y penetra algo de luz. Podemos ver así e identificar donde está escondido en nuestra mina interior el mineral precioso. Con el poder maravilloso de la “comprensión” logramos separar el mineral de la escoria sobrante y pulirlo hasta que brille como el Sol. Hace falta un Conocimiento Superior que vaya despertando la comprensión natural interior que nos ayuda a captar las verdades cósmicas. Esta comprensión especial es como la herramienta del minero, hábil trabajador de la Gran Obra en los ocultos pasadizos de la Creación.

   Tras todo defecto hallamos siempre una virtud. Oculta está entonces la materia prima para revestirnos con nuestra alma. Todo buscador de los tesoros del alma sabe que ha de trabajar con tenacidad y constancia.

   Manos a la Obra…




Día: Jueves 17 de septiembre de 19 a 20:30 h.
Lugar: HERBORISTERÍA «MÓN NATURAL»
Avda. Santa María, nº 6. Meliana.

Día: Viernes 18 de septiembre de 19:30 a 21 h.
Lugar: HERBORISTERÍA «L’HORTET»
C/ Cádiz, nº 38. Valencia.

Día: Martes 22 de septiembre de 19:30 a 21 h.
Lugar: HERBODIETÉTICA «ESENCIAL»
C/ Calabazas, nº 21. Valencia.

Día: Jueves 24 de septiembre de 19:30 a 21 h.
Lugar: «CENTRO CLEOBIS»
C/ Salvador Pau, nº 34. Valencia.

Día: Miércoles 30 de septiembre de 19:30 a 21 h.
Lugar: «CENTRO CRISÁLIDA»
C/ Albacete, nº 1, pta. 2. Valencia.